Por el derecho al anonimato.
“El anonimato es un derecho problemático para el poder”
Tras el estallido social del 18 de octubre en Chile, Complejo Conejo realizó entregas masivas de capuchas de tela en las marchas de Santiago con el objetivo de enmascarar y proteger la identidad de la mayor cantidad posible de ciudadanos y manifestantes como una forma de resistencia contra las políticas antienmascaramiento y la criminalización de la protesta promovidas por el Gobierno chileno. La capucha (vinculada durante la dictadura a los grupos armados opositores a Pinochet y luego en democracia al terrorismo y a lo “criminal”) ha sido resignificada como símbolo de la lucha del pueblo contra la opresión e injusticia de la clase dominante, dando a la ciudadanía la posibilidad de generar desde el anonimato una nueva identidad pública, un sentido de comunidad y seguridad transversal a todos los manifestantes. El anonimato y el derecho a la protesta contenidos en un democrático trozo de tela.
Se realizaron múltiples entregas masivas de capuchas durante los meses posteriores al estallido social, deteniéndose forzosamente la acción debido a la pandemia de COVID-19 y posteriores cuarentenas. Calculamos que en ese tiempo se confeccionaron y entregaron alrededor de 2000 capuchas a los manifestantes presentes en las cercanías a la rebautizada Plaza Dignidad. El registro de la acción participó del CRITICAL COSTUME 2020, llevado a cabo en Oslo (Noruega) durante el 2020.